PERSONAJES DE PAPEL: Zipi y Zape, por Fe.Li.Pe. - Noviembre 2011
Para
impotencia la que deben sentir unos padres de un par de gemelos a quienes no se
les ocurre nada que no concluya en una catástrofe o algo similar y, aunque en
el fondo, muy en el fondo, son dos niños poseedores de enormes y buenos
corazones, luego, tal vez debido a su exuberante imaginación y a su fértil
creatividad, se convierten en una eterna fuente de problemas, pero no de esos
problemas sobre velocidades y horas de llagada de trenes, los cuales les traen
de cabeza a los angelitos, sino de los que les acarrean castigos y disgustos.
Son
iguales en todo menos en el color del pelo, pues mientras Zipi es rubio, Zape
es moreno y con una irritante afición a contar chistes malísimos. Los sacrificados
y sufridos padres son don Pantuflo Zapatilla, un hombre bonachón con aficiones
tan arriesgadas y románticas como la filatelia y la colombicultura, y la
abnegada y tradicional ama de su casa, doña Jaimita. Sin embargo ambos niños
siempre quieren hacer, lo que ellos denominan, “una buena obra”, en cambio el
resultado de la misma acaba siendo desastroso y finalizan sus aventuras, por lo
general, huyendo de alguien.
Otra
de sus peculiaridades más sobresalientes es la incapacidad ilimitada para los
estudios y su falta absoluta de memoria en las cosas relacionadas con la
docencia, y eso a pesar del empeño de don Pantuflo, quien intenta todos los
recursos posibles, desde el cuarto de los ratones, hasta los “vales” para
conseguir una bicicleta, verdadero objetivo de estos niños en la vida, pasando
por el estimulante sacudidor de colchones… Todo ello nos lleva hasta la única
familia de ficción permitida por el régimen franquista en los cómics de aquella
época… tal vez algo tuviera que ver el sadismo de los castigos inferidos por el
progenitor hacia la rebeldía de los mozalbetes o, quizá, el servilismo
exagerado de la madre, doña Jaimita, hacia su esposo y señor, don Pantuflo… el
caso es que la censura no se preocupó demasiado de las andanzas de estos
muchachitos, aunque algo se suavizaron los escarmientos tras el Decreto del 24
de junio de 1955 sobre la ordenación de la prensa infantil y juvenil y, así,
estas historietas perduraron durante décadas en los semanarios infantiles, lo
que produjo una ingente cantidad de personajes secundarios: el sufrido
profesor, don Minervo, y su esposa, doña Espátula (o Hipotenusa); los
compañeros de clase, como el adulador Peloto, o el primo y empollón Sapientín;
la tía Miguelita, hermana de doña Jaimita y madre del listillo, o el pobre
ladronzuelo, el Manitas de Uranio, que siempre acaba en el calabozo por causa
de los gemelos, o los pelmazos de los Plómez, unos amigos de la familia. Así
mismo, también aparecen, alguna que otra vez, personajes de otras historietas,
como Carpanta, Toby, Mortadelo y Filemón, etc.
Como
podemos observar, todos los nombres tienen una estrecha relación con las
características de los personajes, incluso los de ambos protagonistas, pues
zipizape significa “alboroto”. Pero, al mismo tiempo, también poseían rasgos
comunes a todos los niños, como su gran afición al fútbol, siendo Zipi del Real
Madrid y Zape del Barcelona,
vistiendo en una de sus últimas aventuras uno la camiseta de Zidane y el otro
la de Saviola.
Pero
hagamos un estudio más detallado de los diferentes personajes:
Don
Pantuflo Zapatilla, es catedrático de Numismática, Filatelia y Colombofilia… Es
un empedernido fumador en pipa y un gran lector de periódicos y, aunque reniega
del fútbol, en el fondo es seguidor del Barça. Su aspecto físico es el de un
hombre maduro con coronilla despejada contrarrestada por dos grandes patillas y
poseedor de una gran barriga. Su vestimenta más común es un chaqué o un albornoz
y pantuflas.
Doña
Jaimita Llobregat es la esposa de don Pantuflo y madre de Zaipi y Zape de quien
sufre la mayor parte de las travesuras. Se dedica a sus labores en el hogar y
es una mujer delgada y morena quien lleva, casi siempre, un lacito rojo en el
pelo.
Doña
Miguela Llobregat es, al contrario de su hermana Jaimita, una oronda mujer y la
madre del empollón Sapientín.
Sapientín
Empollinez, primo de los gemelos, es un niño reservado al que no le gusta el
fútbol, por lo que siempre le ponen de portero, aunque él prefiere pasar el
tiempo que pueda dedicado al estudio, lo cual utilizan sus primos para
obligarle a hacerles los deberes. Siempre viste de negro y lleva unas gruesas
gafas sin las que no ve nada. Su padre se llama don Máximo Empollinez.
Josep
Escobar, el verdadero padre de las criaturas, comenzó a publicarlos en 1946, en
el número 58 de Pulgarcito, y para traerlos al mundo se inspiró en los
personajes de The captain & the kids,
de Rudolf Dirks, quien, a su vez, se había fijado para ellos en los Max und Moritz del alemán Wilhelm Busch.
Luego, a medida que crecía su popularidad, pasarían a tener mayor número de
páginas y aparecieron en otras publicaciones como Super Pulgarcito, Ven y Ven, Gran Pulgarcito o Mortadelo, hasta
conseguir, en 1971, su propia revista, Zipi
y Zape. Tras la muerte de Escobar, Joaquín Cera y Juan Carlos Ramis tomaron
el relevo durante un periodo de la década de los 2000.
Las
aventuras de Zipi y Zape han sido llevadas al cine en varias ocasiones, la
primera vez en 1981, por el director chileno Enrique Guevara, en 2005, sólo en
DVD y con el título de Las monstruosas
aventuras de Zipi y Zape, y la última, hasta ahora, Zipi & Zape y el club de la canica, de 2012 y dirigida por
Oskar Santos. Así mismo se han realizado varias series de dibujos animados y
videojuegos.
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